ESA MALA COSTUMBRE DE ESCONDIDA DE INCUMPLIR LAS NORMAS Y DE NO RESPETAR SU PALABRA EMPEÑADA.
Minera Escondida-BHP no solo a nosotros sus trabajadores y trabajadoras les falta el respeto y no les cumple con los compromisos contraídos, sino que extiende esta mala práctica ya transformada en costumbre a su entorno y a las comunidades, las mismas que sufren de la depredación por parte de la compañía de tan vital elemento como el agua, motivo por el cual durante la semana que termina la Superintendencia del Medio Ambiente le aplicó una multa por 6 mil 600 millones de pesos.
La sanción la emitió el organismo fiscalizador después de acreditar el cargo formulado a la compañía evidenciando que produjo daño irreparable sobre las aguas subterráneas que sostienen el ecosistema en las Vegas de Tilopozo, en el Salar de Atacama, con afectación significativa de éste, configurándose daño ambiental.
Desde la Superintendencia informaron que la comunidad Indígena de Peine se ha visto significativamente afectada producto del uso desmedido por parte de Escondida del recurso hídrico que alimenta esas vegas, las que son utilizadas por la comunidad como sustento económico para usos tradicionales.
De acuerdo a lo establecido por la Superintendencia de Medio Ambiente, Escondida no cumplió con lo que se había comprometido hacer en la Resolución de Calificación Ambiental (RCA), ya que como medida de mitigación del impacto sobre el recurso hídrico y la vegetación, la empresa debía haber limitado el tiempo de bombeo para extraer las aguas, junto a otras medidas complementarias que debieron ser aplicadas ante una disminución mayor a la máxima aceptable del nivel del acuífero, las que no fueron activadas.
Autodefensa intentando limpiar la imagen
Si bien Escondida salió a levantar una autodefensa mediante una declaración pública enviada a los medios de prensa, en que dice no compartir la resolución de la Superintendencia y niega haberse sobrepasado en los niveles de extracción de agua, entendemos esa acción como un intento desesperado por lavar la imagen pública, tanto de Escondida como de BHP. No por nada la trasnacional y sus filiales acá en el norte han sido sometidas en anteriores ocasiones a extensas fiscalizaciones y sancionadas por los tribunales de justicia, en consideración a su abusivo y desmedido aprovechamiento de los recursos hídricos subterráneos para el enriquecimiento de sus accionistas, pasando por encima de la normativa medioambiental y de las comunidades de los pueblos originarios precordilleranos que han vivido del pastoreo y de la agricultura desarrollando centenariamente un cultura y modo de vida en completa armonía con la naturaleza.
Al respecto, debemos recordar que Escondida-BHP se vio obligada por el Primer Tribunal Ambiental de Antofagasta a acogerse a un acuerdo de conciliación con las comunidades altoandinas, por el cual deberá desembolsar un monto cercano a los 70 mil millones de pesos para compensarlas y para remediar el ecocidio provocado con la extracción de agua desde el Salar de Punta Negra, y que una situación similar vive actualmente en las operaciones de Cerro Colorado, caso en que el mismo tribunal ha aplicado medidas cautelares impidiendo en ocasiones la extracción de agua para sus procesos o fijándola en niveles mínimos, en respuestas a sostenidos reclamos que desde 2010 ha realizado la comunidad del poblado de Cancosa, a raíz de la sobreexplotación de los acuíferos de Pampa Lagunilla han resultado en el desecamiento de bofedales y de pozos de agua, afectando la agricultura y el pastoreo y con ello afectando gravemente la economía local.
Mayores antecedentes acerca de la sanción a Escondida por la Superintendencia, se pueden obtener a través del siguiente link:
Antecedentes acerca de los casos del Salar de Punta Negra y de los acuíferos de Pampa Lagunilla se pueden ver en estos otros links: